

Usar un raspador de lengua, además del cepillado dental matutino, ayuda a limpiar la lengua de pequeños restos de comida, bacterias, toxinas e incluso posibles virus que se alojan en su superficie. Como resultado, se limpia toda la boca y la garganta.
Mejor higiene digestiva 🌻
Esto también ayuda a liberar los sistemas respiratorio y digestivo, filtrando las toxinas que el cuerpo normalmente tiene que gestionar. ¡Y sí! Mantener una buena higiene bucal también significa cuidar la higiene digestiva, la flora intestinal y evitar que el cuerpo ingiera más bacterias.
Mejor aliento 👄
Usar un raspador de lengua ayuda a eliminar las bacterias que causan el mal aliento, pero también dolor de garganta y resfriados. Activa las glándulas salivales, fortalece el sistema inmunitario y también ayuda a recuperar el gusto.
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