Obtenida por destilación de flores de hamamelis cultivadas en Auvernia, el agua floral de hamamelis se recomienda para pieles sensibles con tendencia a enrojecimiento: promueve la microcirculación y alivia suavemente la piel delicada e irritada. Además, es astringente, tónica y purificante, especialmente apreciada por pieles mixtas o grasas. El agua de hamamelis favorece la circulación y alivia las varices, la pesadez de piernas y las hemorroides.